A 80 kilómetros de Porto Alegre, la Casa Pampa se alza en lo alto de una colina con afloramientos de granito. Varios dualismos fueron decisivos en el proyecto. El terreno accidentado contrarresta la necesidad de una casa plana. La vista panorámica hacia el sur supuso un reto en la búsqueda de la luz solar del norte, perfecta para el invierno en Rio Grande do Sul.
Se ha diseñado un largo volumen horizontal que parece flotar sobre la cresta rocosa, permitiendo que el jardín se deslice bajo él. En el lado sur, un acristalamiento de alto rendimiento garantiza la transparencia y el confort térmico. En el lado norte, orientado hacia la ciudad, los paneles de madera dan unidad al conjunto y cumplen la función de brises, preservando la intimidad. Los patios interiores maximizan la luz natural y la ventilación cruzada en todas las zonas.