Una residencia en la que paisaje y arquitectura se han unido para dar el tono a la vivienda deseada por el cliente, un apasionado de la vegetación. Nada define mejor este proyecto que su nombre: Jardines. Varios de ellos interconectan suavemente los diversos sectores que componen la casa de 407 m² ubicada en Xangri-lá/RS.

El vestíbulo y la zona social están conectados por un pasillo acristalado cubierto por una pérgola de madera de cumarú que protege la vegetación del viento, lo que permite cultivar hierbas y especias que abastecen la cocina y frutas que alegran a los pájaros y al residente.

En la planta baja se encuentran las estancias más utilizadas por el residente a diario, como un gran salón con cocina integrada y la suite principal, que se abre al patio y la piscina. En la segunda planta, las demás suites y la íntima habitación de invitados dan autonomía y privacidad a los visitantes.

Fotos: Gabriel Konrath y Marta Ribeiro