Situado en un espacio que abarca dos parcelas, su volumen ha ganado en horizontalidad para acoger el programa de grandes ambientes integrados, principalmente en la planta baja.

Rodeada por un panel metálico hueco que también abraza la vegetación, la casa gana en dinamismo y privacidad a la vez que establece un contacto directo con la naturaleza. Su sinuosa geometría, iniciada desde el paseo de entrada, garantiza una volumetría que atrae la atención del visitante. El vestíbulo de entrada da acceso a la planta baja, donde los volúmenes, también curvados, revestidos de madera en listones, sugieren el flujo a través del área social.

Este espacio integra salón, comedor, cocina y zona gourmet, y se conecta totalmente con la zona exterior a través de un vano de 23 metros. También hay una sala de juegos, una oficina y zonas de servicio en la planta baja.

Para establecer una sutil transición entre los espacios interiores y exteriores, la zona exterior recibió el mismo revestimiento de suelo aplicado a la zona social y la veranda. Los bloques de hormigón moldeado proporcionan una sensación de continuidad entre los ambientes, desde el salón hasta el fondo de la piscina infinita. Para apoyar los momentos de ocio, otro panel de madera alberga la sauna húmeda y los baños.

La segunda planta concentra la zona íntima de la residencia, equipada con un salón privado y 6 suites. Común a todos estos espacios, un gran balcón que da a la parte trasera de la propiedad tiene vistas a la piscina y al lago vecino. Este retranqueo, junto con el panel metálico con aperturas de gambas, proporciona protección solar e intimidad a los dormitorios. En los pasillos interiores, las aberturas cenitales mantienen el confort térmico y la iluminación natural. También en la segunda planta se encuentra el gimnasio y la zona de servicio, que consta de tres dormitorios (uno de ellos en suite) y una cocina.