El edificio principal de este hotel, a 60km de Porto Alegre, en el pueblo serrano de Morro Reuter, se integra con la naturaleza aplicando materiales característicos de la región, con enchapados de madera y piedra que recuerdan a las tradicionales taipas coloniales. Las telas de vidrio proporcionan transparencia. Los edificios anexos buscan imitar el entorno, pasando a formar parte del entorno y destacando el edificio en el área común.

Cuatro módulos integrados estructuran el proyecto, con un área común, área de descanso y dos fases de área de alojamiento. El salón alberga la recepción con circulaciones y escaleras que conducen al visitante a su destino, con un restaurante contiguo al flujo. Las áreas de alojamiento están repartidas por el terreno, siempre conectadas a la zona común. El área de descanso, debajo de la planta baja, tiene una piscina termal con un deck junto al lago.

Todos los dormitorios tienen agradables vistas al valle y una orientación solar privilegiada. Los pasillos tienen jardines laterales que proporcionan ventilación e iluminación natural. Cubiertos de vegetación a modo de tejado verde, los edificios se disimulan en las colinas formando una agradable meseta que se refleja en el lago existente en el terreno.